¿A dónde vas, Jorge Altamira?
Nunca nos hemos tratado, pero nos conocemos y tenemos un punto teórico común: es necesario crear la sociedad solidaria, igualitaria, donde brote y se consolide el Hombre Nuevo. Eso creo yo y ahí pongo mis modestos esfuerzos: en la liberación nacional y social de una América Latina unida. Vos decís que también luchás por ese objetivo. Entonces, me creo con el derecho a preguntarte: ¿Adónde vas, Altamira? ¿Adónde? ¿A qué conduce tu política?.
Disculpame, pero yo no creo que en lo profundo de vos mismo puedas suponer que la interrupción del kirchnerismo en el gobierno va a llevar al P.O. a la Casa Rosada, ni tampoco que le va a provocar un gran crecimiento político.
No. No creo que estés tan al margen del desarrollo de la lucha de clases ni que, en nombre del marxismo, saques conclusiones que sólo es posible admitir en un adolescente generoso y utópico –de esos que, en pequeño número, te siguen- y que cree que se puede asaltar el cielo así como así, mañana mismo, con la revolución perfecta, completita, sin contradicción, ni imperfección alguna.
No. A los pibes los entiendo – a “tus pibes”- y eso me duele porque así seguramente pensaba el pibe Ferreyra. Porque a los 18 o los 22 años es posible querer salir de las desgracias, del desaliento,