31 oct 2010

Nicolás.

El desahogo necesario para estos sentimientos es algo infinito. Tan grande como el vacío que deja la partida de Néstor. Me siento parte de una generación marcada a fuego por esta figura gigante, una generación que eligió en Kirchner su guía para ir creciendo y desarrollándose. Nos adoptó como pibes desprotegidos que habíamos quedado desamparados después del colapso del 2001. No había rumbo, no había ningún sentido de pertenencia colectivo, la unidad era tan frágil que corría el riesgo de desaparecer.
¿Quién hubiese afirmado entonces que iba a haber un hombre que a través de la política cosechara tanto cariño, tanta ternura y admiración por parte de la juventud? Algunos sostuvimos, aunque con un poco de pudor, que venía a hacer algo más de lo mismo (vale reconocerlo) y que llegaba para pacificar el país para que nada cambiara. Sin embargo, no tuvimos otra alternativa que rendirnos ante una realidad que era imposible de ocultar. Fuimos varios los que, a pesar de estar parados en otra vereda, tuvimos la humildad de reconocerlo ante la cantidad y la solidez de los ejemplos de que este hombre tenía en su horizonte un país con dignad, justicia e inclusión.

Como militante siento la pérdida de un gran líder, de mi conductor. Sin lugar a dudas, el mejor compañero. Es en él donde uno pone las máximas expectativas y ese es el vacío más difícil de llenar. Nos deja una cantidad de enseñanzas sobre las cuales reflexionar constantemente. Seguramente, cada uno de nosotros no se canse de intentar comprender su genio. Es un lugar que logran muy pocos en un movimiento. No hace falta solo ser un gran estratega, tener una enorme vocación de poder sino ser un gran tipo y poner todo eso al servicio de los más altos valores (que es lo que a muchos le falta).

Seremos a partir de ahora los herederos de Perón, Evita y Néstor. Deja en nuestras manos algo invalorable: una oportunidad de cambio. En su discurso de asunción Néstor decía: "Esta es la oportunidad de la transformación, del cambio cultural y moral que demanda la hora". Como gran político que era, entendió mejor que nadie lo que requería el Pueblo. Él dio la vida por lograrlo. Nosotros recogeremos su nombre y lo llevaremos como bandera a la victoria.


Por todo lo que nos diste, eternamente gracias.



Viva Kirchner

Viva Perón

Viva la Patria




2 comentarios:

  1. Me siento identificada con lo que decís y creo que hay mucha gente a la que le sucede lo mismo. La realidad se nos presenta a nuetsro alrededor, negarla sería de necio. Es ahora el tiempo de profundizar el proyecto que comenzó Néstor, apoyar con todas las fuerzas, y hoy más que nunca, a Cristina y seguir para adelante con este modelo que nos devolvió ese gustito a la política.

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  2. Es hermosa la convicción y el compromiso.
    Hasta la victoria!

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