Una huevada importante

Bienvenidos a la Semana Iternacional del Huevo. Sí, aunque no lo creas esto existe, no te estamos boludeando ni es chamuyo (sino prendé la tele que se habla bastante!). Es una movida que existe desde 1996 y se armó para promover los valores nutritivos del huevo. A ver, esto es lo que se dice. Si detrás de todo esto hubo una terrible empresa de huevos (corte, el monopolio de los huevos) que le puso a esta Comisión Internacional del Huevo un fangote de guita para promover esta boludez, no lo sabemos y no nos hacemos responsables. Nosotros sólo hacemos una pequeña nota de esta iniciativa porque nos caben los huevos. A todos nos gustan, nos encantan incluso, en alguna de sus diversas variantes (no confundir con la connotación sexual que le estás dando vos). No sólo es rico. También es práctico y te saca de uno de esos apuros importantes que se tienen de vez en cuando. Tenés 5 minutos para comer, te haces un omelette. Te hiciste una milanesa que no sabés con qué carajo acompañar, le agregás un huevo frito. Te quedo una ensalada medio pedorra, metele huevo duro y se soluciona. Flasheás la de desayunar piola porque volviste de vacaciones y allá pintaban los desayunos completos, mandás huevos revueltos. Pero eso no es todo. Además de ser rico y práctico, es nutritivo y tiene propiedades casi mágicas. Para los que buscan cuidarse para el veranito: dicen que no sólo no engorda, sino que te ayuda a bajar de peso (no te lo confundas con el huevo kinder, no te hagas el boludo). Lo recomiendan también para los hipocondríacos porque previene cuantiosas enfermedades. Así que ya sabés, hacé como Carlitos y Flor, y a ponerle huevo esta semana.